Duchas vaginales: ¿Sí o No?

Limpiar tu vulva no es ciencia espacial, pero es algo sobre lo que muchas tenemos dudas. Si alguna vez te has preguntado en la ducha: «¿Estaré haciendo esto bien?», no te preocupes, no estás sola.

1. El agua es tu mejor amiga

La forma más efectiva es usar agua tibia. La vulva mantiene su propio pH y el jabón puede irritarla. Enjuágala con suavidad, como si lavaras una delicada bufanda de seda, no como si fregaras una sartén sucia. Y por favor, nada de chorros a presión.

2. Evita jabones fuertes y duchas internas

No necesitas que tu vulva huela a campo de lavanda. Los perfumes alteran el equilibrio más rápido que el sushi en mal estado. ¿Duchas internas? Ni hablar. La vagina se limpia sola; las duchas eliminan bacterias buenas y aumentan el riesgo de infecciones.

3. Limpia los pliegues

Limpia suavemente los pliegues (labios mayores y menores) con los dedos. No hace falta entrar en la vagina; ella tiene su propio equipo de limpieza.

4. Seca con toquecitos

Usa una toalla limpia y seca a toquecitos, sin frotar. Piensa en una caricia suave, no en secar a un perro mojado.

5. Usa ropa interior transpirable

Elige algodón. Evita la ropa muy ajustada o sintética que atrapa el calor y la humedad.

6. Atención a la irritación

¿Picor, rojez o olores raros? Es una bandera roja. No te asustes buscando en Google, mejor pide cita con tu médico.

Descargo de responsabilidad: Este artículo es informativo y no sustituye el consejo médico profesional.